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Foto del escritorGEAS Brasil

Armadillo Gigante: el armadillo más grande del mundo


El armadillo gigante (Priodonte maximus, Kerr, 1792) es un mamífero perteneciente al orden Cingulata, de las diversas especies de armadillos, más concretamente a la familia Chlamyphoridae, que comprende 21 especies que se encuentran exclusivamente en el continente americano (Santos et al, 2023). Estas especies comparten características como un cuerpo cubierto de placas dérmicas y un caparazón dorsal osificado que se extiende desde el cuello hasta la base de la cola, así como un escudo frontal en la cabeza y las rodillas que protege el cuerpo tanto del contacto con el suelo como de los depredadores. También tienen bandas transversales en la parte media del cuerpo, que varían según la especie (Proyecto "Tatu Canastra").

Exclusivo de Sudamérica, el armadillo gigante se encuentra en los Andes, Argentina, Venezuela, Guayana Francesa y, en Brasil, en todo el Cerrado, Pantanal, Amazonia y fragmentos de la Mata Atlántica (UICN). También conocido como "tatuaçu" o armadillo gigante, se destaca por su tamaño, alcanzando 1,5 metros de longitud y un peso de hasta 60 kilos, con garras afiladas de aproximadamente 20 centímetros (MÖLLER-KRULL et al., 2007; VIZCAÍNO; MILNE, 2002). Su dieta principal consiste en termitas y hormigas, pero también incluye larvas, escorpiones, arañas, huevos, fruta y otros insectos (ANACLETO; MARINHO FILHO, 2001). Su color varía del amarillo pálido al marrón rojizo y tienen hábitos nocturnos y semifosoriales, pasando parte de su tiempo bajo tierra (Silveira et al. 2009).

A pesar de su apariencia rígida, el armadillo gigante es ágil, un excelente corredor y muy hábil cavando agujeros (MÖLLER-KRULL et al., 2007; VIZCAÍNO; MILNE, 2002). Es capaz de mantener el equilibrio sobre sus patas traseras, apoyándose en la cola, debido a un proceso en su columna vertebral, llamado proceso Xenarthra, que le permite alcanzar altos montículos de termitas y amenazar a los depredadores (Pereira Junior et, al. 2007).

La esperanza de vida de estos animales es de 15 años en un hábitat natural y preservado. La madurez sexual se alcanza entre los nueve y los doce meses, y cada gestación dura una media de 120 días, de la que suele salir una cría, según Desbiez et al (2019). La lactancia es exclusiva de los 6 a los 8 meses de edad, pero las crías permanecen al lado de su madre hasta los 18 meses y pueden verse en el mismo territorio hasta los 2 años. Las hembras tienen más de una pareja a lo largo de su vida, y la especie se considera solitaria, excepto durante la época de apareamiento. Curiosamente, la madre traslada a la cría a otra madriguera cada 15 días, cerrando los agujeros con tierra y material vegetal, comportamiento que no ocurre cuando está sola (AYA CUERO; SUPERINA; RODRÍGUEZ BOLAÑOS, 2015; DESBIEZ; MASSOCATO; KLUYBER, 2019).

Poco estudiado debido a sus hábitos excavadores, que dificultan su visualización y estudio, el armadillo gigante es uno de los grandes mamíferos menos conocidos de Brasil. Apodado el “ingeniero de los ecosistemas”, sus madrigueras alteran el medio físico y crean nuevos hábitats. En el Pantanal, estos cambios influyen en al menos 24 especies de vertebrados, como el zorro cangrejero, el ocelote y el oso hormiguero gigante, entre otros (Tamires Maruiti Serra et al, 2024). Las pruebas de la presencia de la especie incluyen  termiteros destruidos y madrigueras en forma de semicírculos que pueden tener más de 40 cm de ancho y 30 cm de alto, hechas cerca de colonias de insectos. Los investigadores han descubierto que las zonas favoritas del armadillo canasta son los “Murundu”, pequeños campos elevados normalmente con un termitero en el centro y vegetación alrededor (Granchi et al, 2024). El área de distribución del armadillo canasta abarca unos 25 kilómetros cuadrados, y este territorio es casi exclusivo de cada individuo. Cada animal puede recorrer una media de 1,6 km durante una sola noche, siendo los machos los que más se desplazan en busca de las hembras en celo, pudiendo caminar hasta 3 km por noche (DESBIEZ et al., 2019).

Aunque no hay estimaciones exactas de la población de la especie, la población ha disminuido en las últimas décadas, clasificándola como vulnerable en varias listas nacionales y mundiales, incluida la de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza - 2014). En el Pantanal, la densidad de población estimada por el ICAS (Instituto para la Conservación de Animales Salvajes) en 2021 era de 6 a 8 individuos por 100 km² (Granchi et al, 2024). La caza, el pisoteo, la pérdida y la fragmentación del hábitat son las principales amenazas para la especie, que raramente se encuentra en hábitats alterados. La extinción del armadillo gigante podría resultar en la simplificación o reducción de los hábitats fosoriales, afectando negativamente a otras especies que dependen de estos ambientes.

Algunas acciones podrían ayudar a preservar la especie, como la protección de los hábitats naturales y unidades de conservación donde viven los armadillos gigantes; la vigilancia y control de la caza; la ampliación de la investigación científica para apoyar la gestión y conservación de la especie; y la implementación de programas de educación ambiental dirigidos a la conservación de la especie, a través de campañas educativas. Un ejemplo de proyecto de conservación de la especie es el Proyecto "Tatu-Canastra" del Instituto Ipê, que pretende reunir información sobre el armadillo gigante, su comportamiento e historia natural, con el fin de protegerlo en los biomas Pantanal y Cerrado.


Autora: Maria Eduarda Panisson Balzan - Representante Regional del Sur

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