Los bioindicadores son especies, grupos de especies o comunidades biológicas cuya presencia, cantidad y distribución indican la magnitud de los impactos ambientales sobre un ecosistema acuático y su cuenca de drenaje (CALLISTO & GONÇALVES, 2002). Así, utilizando bioindicadores, es posible realizar una evaluación completa de los efectos ecológicos causados por diversas fuentes de contaminación. En este sentido, esta evaluación se torna más eficiente que las mediciones inmediatas de parámetros físicos y químicos, como temperatura, pH, oxígeno, entre otros, que son comúnmente medidos en campo y utilizados para evaluar la calidad del agua. La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (USEPA) y la Directiva de la Unión Europea (94C 222/06, 10 de agosto de 1994) recomiendan el uso de bioindicadores junto con parámetros normalizados para evaluar el contenido de agua.
Los ecosistemas acuáticos han sufrido importantes alteraciones debido a los múltiples impactos ambientales derivados de las actividades mineras; la construcción de presas y embalses; el enderezamiento y desvío del curso natural de los ríos; el vertido de efluentes domésticos e industriales sin tratar; la deforestación y el uso inadecuado del suelo en las regiones ribereñas y las llanuras aluviales; la explotación de los recursos pesqueros y la introducción de especies exóticas (GOULART & CALLISTO, 2003).
Los macroinvertebrados bentónicos son eficaces para evaluar y controlar los impactos de las actividades antropogénicas en los ecosistemas acuáticos continentales (CALLISTO, 2000; GOULART & CALLISTO, 2003). Incluyen las larvas de insectos acuáticos, gusanos de agua, caracoles, lombrices y crustáceos, con tamaños corporales superiores a 0,2-0,5 mm (CALLISTO, 2000). Son relativamente sésiles y muchos organismos bentónicos se alimentan de la materia orgánica producida en la columna de agua o de la vegetación marginal que cae al lecho del río. Son componentes importantes de la dieta de peces, anfibios y aves acuáticas, por lo que transfieren la energía obtenida de la materia orgánica muerta retenida en el sedimento a los animales que se alimentan de ellos. De este modo, estos organismos se convierten en buenos bioindicadores de la calidad del agua porque suelen ser más permanentes en el medio, ya que viven de semanas a unos meses en el sedimento. Por este motivo, su seguimiento resulta más eficaz que el basado únicamente en la medición de parámetros físicos y químicos (LENAT & BARBOUT, 1994; ALBA-TERCEDOR, 1996).
El Programa de Biomonitorización Ambiental ideal es aquel que integra medidas físicas, químicas y biológicas, permitiendo la caracterización físico-química de los ecosistemas acuáticos de una cuenca hidrográfica y el estudio de la ecología de los organismos bioindicadores de la calidad del agua. El uso de estos organismos como bioindicadores se fundamenta en un principio simple: sometidos a condiciones adversas, los organismos se adaptan o mueren. Por lo tanto, los organismos que viven en un determinado ecosistema están adaptados a sus condiciones ambientales y, por lo tanto, deben reflejar el nivel de preservación de las condiciones naturales o las alteraciones causadas por la emisión de contaminantes ambientales (HYNES, 1974).
Referencias bibliograficas
ALBA – TERCEDOR, J. Macroinvertebrados acuaticos y calidad de las aguas de los rios. IV Simposio del agua en Andaluzia (SIAGA), Almeria, v. 2, p. 203-13. IBSN: 84-784, 1996.
CALLISTO, M. Macroinvertebrados bentônicos. In: Bozelli, R.L.; Esteves, F.A. & Roland, F. Lago Batata: impacto e recuperação de um ecossistema amazônico. Eds. IB-UFRJ/SBL. Rio de Janeiro, p. 139-152, 2000.
CALLISTO, M. & GONÇALVES, J.F.Jr. A vida nas águas das montanhas. Ciência Hoje, 31 (182): 68-71, 2002.
CALLISTO, Marcos; GONÇALVES JR, José Francisco; MORENO, Pablo. Invertebrados aquáticos como bioindicadores. Navegando o Rio das velhas das Minas aos Gerais, v. 1, p. 1-12, 2005.
GOULART, M.D. & CALLISTO, M. Bioindicadores de qualidade de água como ferramenta em estudos de impacto ambiental. Revista FAPAM (no prelo), 2003.
HYNES, H, B. N. Comments on taxonomy of Australian Austroperlidae and Gripopterygidae (Plecoptera). Australian Journal of Zoology. Csiro Publications, Collingwood. 1-52, Suppl. 9, 1974.
LENAT, D. R. & BARBOUT, M. T. 1994. Using benthic macroinvertebrate communitie structure for rapid, cost – effective, water quality monitoring: rapid bioassessment. In: Coeb, S. L. & Spacie, A. (eds) Biological Monitoring of aquatic systems. Lewis Publishers, Boca Ratom, Florida; p. 187-215.
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