Recientemente, la población mundial tomó conocimiento de casos emergentes de nueva viruela en 22 países fuera del continente africano, incluido Brasil, una enfermedad zoonótica causada por el Monkeypox, del género Orthopoxvirus. En este mismo grupo se encuentra el virus que causa la viruela, enfermedad erradicada del mundo en 1980, gracias a la vacunación masiva. Ambos virus tienen similitudes, pero no son lo mismo. Los primeros casos fueron reportados a la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 13 de mayo de este año.
Las enfermedades causadas por Orthopoxvirus tienen algunas características en común, entre ellas, la capacidad de causar lesiones en la piel. A pesar de tener síntomas similares, la viruela que afecta a los monos difiere en otros aspectos de la que interfiere en la salud humana.
Cuando se descubrió la "Viruela símica", se la llamó así porque el virus se aisló por primera vez cuando se llevaron primates de África a un laboratorio de investigación en Dinamarca en 1958. El virus ahora se ha detectado en varias especies. El reservorio natural de la infección es aún se desconoce, siendo los roedores uno de los principales sospechosos.
Sin embargo, en los casos reportados actualmente, no fue posible identificar un animal o lugar de origen de la transmisión de la enfermedad. También es necesario recalcar que la transmisión se ha dado de persona a persona, es decir, una transmisión comunitaria entre seres humanos.
Lamentablemente, desde que comenzó a surgir información sobre esta nueva enfermedad, ha habido un aumento significativo en el número de casos de agresión contra primates en varias regiones del país. Debido a asociaciones erróneas por parte de la sociedad, varias instituciones relacionadas con la investigación y la vigilancia sanitaria han aclarado que, a pesar de que la enfermedad se denomina viruela del mono, el brote actual no involucra a estos animales en la transmisión a humanos.
De esta forma, no se justifica el temor al contagio de esta enfermedad por proximidad a los monos. Muchos microorganismos afectan la salud de los primates humanos y no humanos, lo que hace que estos animales actúan como centinelas cuando se trata de la exposición a enfermedades. Por ello, es fundamental que la sociedad conozca este tipo de información para que no se produzcan asociaciones erróneas que causen daños a la fauna implicada.