Hay varias formas de definir la práctica de la fisioterapia, la mayoría de las cuales se fundamentan en la idea de que a través de técnicas, ejercicios y masajes, el profesional es capaz de aliviar o ayudar en la recuperación del dolor y las molestias que comprometen la calidad de vida y el comportamiento natural de ese animal (PRYDIE Y HEWITT, 2015 apud POLICARPO, 2023). Su aplicabilidad tiene un amplio espectro de posibilidades, como preparaciones preoperatorias, recuperaciones postquirúrgicas (ortopédicas y neurológicas), lesiones musculoesqueléticas (debilidad muscular, tendinitis y similares), lesiones articulares (artritis y contracturas), enfermedad discal y paresia, anomalías posturales (claudicación y asimetría), tratamiento del dolor, problemas circulatorios, cuidados paliativos y geriátricos, cicatrización de heridas y edemas (CARVALHO, 2007 apud FILADELPHO et al, 2008).
Los veterinarios especializados en esta área tienen un profundo conocimiento de anatomía, fisiología, biomecánica, diagnóstico por imagen, patologías ortopédicas y neurológicas, además de conocer las técnicas quirúrgicas que se han aplicado o se pueden aplicar a sus pacientes. Además de todos estos aspectos, cuando esta especialidad se dirige a los animales salvajes es necesario conocer el comportamiento específico de la especie que va a ser sometida a tratamiento, para que el programa previsto sea coherente con los movimientos y hábitos que el animal exhibe en libertad o en la vida cotidiana con sus propietarios.
Otro punto muy pertinente en la fisioterapia son las diversas técnicas que pueden aplicarse, como la electroterapia, la termoterapia, la terapia láser, la kinesioterapia y la masoterapia, entre otras. Para los pacientes no convencionales, es posible adaptar el tiempo y la aplicación con el fin de reducir el estrés de los animales que no están adaptados al contacto humano. Así, con el avance de la medicina de animales salvajes y la aparición de nuevos tratamientos quirúrgicos, paliativos y farmacológicos, esta especialidad ha empezado a cobrar fuerza y se ha hecho necesaria en la rutina tanto de los centros que asisten a animales de vida salvaje como de las clínicas privadas que tratan a mascotas no convencionales.
Una encuesta sobre la fauna silvestre recibida por el Centro de Triaje y Rehabilitación de Animales Silvestres del Distrito Federal (CETAS-DF) y enviada al hospital veterinario de la Universidad de Brasilia reveló que el segundo mayor motivo de hospitalizaciones eran las lesiones ortopédicas, con cerca del 26,75% de los casos, la mayoría de los cuales eran aves (CUNHA et al, 2022). En un estudio retrospectivo de la Universidad Federal de Paraíba, que incluyó animales de compañía no convencionales, se observó que las afecciones ortopédicas también lideraban la casuística con un porcentaje del 18,59% en aves (SANTOS, 2022). Por lo tanto, este escenario demuestra cómo la fisioterapia juega un papel esencial en el tratamiento de estos animales, sometidos a intervenciones quirúrgicas, férulas o vendajes; y que necesitan de un profesional especializado para ayudarles a recuperar el movimiento, ganar masa muscular o incluso adaptarse a una nueva realidad; como una posible amputación total o parcial de un miembro.
La relación entre rehabilitación y conservación es inherente y necesaria para que el individuo reintroducido consiga volver a su hábitat natural y cumplir su función biológica. De este modo, la fisioterapia aumenta las posibilidades de que el animal se recupere total o parcialmente, para que pueda cumplir su valiosa función ecológica y perpetuar la genética de la especie.
Actualmente en Brasilia, las veterinarias Juliana Dias y Priscilla Pimentel, en colaboración con el sector de animales salvajes de la Universidad de Brasilia, dirigen con maestría el proyecto Fisio Selvagem, que tiene como uno de sus principales objetivos la rehabilitación de animales con lesiones neurológicas y ortopédicas que podrían poner en peligro su reintegración en la naturaleza. Estos profesionales adaptan los protocolos al perfil de cada paciente y aplican diversas prácticas que buscan reducir el estrés del animal por la manipulación, siendo un gran ejemplo el uso de técnicas de cetrería durante la kinesioterapia de aves rapaces (Figura 1). Iniciativas como estas generan estudios científicos de gran relevancia en el campo, ayudando directamente a la conservación de las especies, garantizando el bienestar de los pacientes que necesitan someterse a procedimientos quirúrgicos y generando avances de incalculable valor para la medicina de los animales salvajes.
Ante este escenario, se ha producido un aumento exponencial de la derivación de pacientes no convencionales a profesionales especializados en fisioterapia veterinaria. Al mismo tiempo, el mercado exige cada vez más mejoras en las especialidades para atender las demandas de aves, reptiles, anfibios, peces y mamíferos salvajes o exóticos. De este modo, con el aumento de fisioterapeutas formados, se ampliarán los estudios y será posible asociar bienestar, conservación y respeto de las individualidades de cada paciente.
La veterinaria Priscilla Pimentel aplicando técnicas de cetrería a la rehabilitación del vuelo de un busardo caminero (Rupornis magnirostris) al que se le había hecho una osteosíntesis del ala izquierda.
Autor: Natasha Ayete La Menza
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