La influenza aviar (IA) es una enfermedad viral altamente contagiosa causada por subtipos del virus de la influenza A (IAV) específicamente adaptados para afectar a diversas especies de aves domésticas y silvestres. Ocasionalmente, también pueden verse afectados mamíferos como ratas, gatos, perros, caballos, cerdos y seres humanos. Representa una amenaza significativa para la salud del animal frente a las importantes pérdidas en la industria avícola, comprometiendo fatídicamente a los grupos de aves silvestres. El surgimiento de casos de IA, son de notificación obligatoria para la Organización Mundial de la Salud Animal ( OMSA).
Por lo tanto, los IAV tienen una gran capacidad de mutación ("drift" y " shift" antigénico) y, en consecuencia, de adaptación a nuevos hospederos. El mecanismo exacto de transmisión de ave a ave aún no se ha dilucidado por completo. Sin embargo, se sabe que las aves infectadas liberan el virus en grandes cantidades a través de las heces y las vías respiratorias. En las especies aviares, las cepas de influenza aviar se clasifican característicamente en influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP) e influenza aviar de baja patogenicidad (IABP). Las cepas de IABP son, por consiguiente, más comunes y suelen desarrollar una enfermedad limitada en las aves. En el ser humano, en cambio, las cepas IAAP e IABP pueden causar brotes mortales de gripe aviar, aunque las IAAP lo hacen con más frecuencia. La adaptación de los virus a los humanos ha sido responsable de una alta tasa de letalidad y la posibilidad de transmisión entre humanos podría representar un alto riesgo para la población mundial.
La propagación y los brotes de gripe aviar han aumentado debido al comercio mundial, a la producción avícola, al cambio climático, a la migración de las aves, a los desplazamientos humanos y al crecimiento de la población mundial. La exposición directa a aves silvestres infectadas es el principal factor de transmisión, ya que las especies aviares actúan como huéspedes naturales y depósitos del virus, desempeñando un papel importante en la evolución, el mantenimiento y la propagación de los IAV. Las aves suelen estar infectadas de forma asintomática, lo que les permite transportar el virus a gran distancia a través de las rutas migratorias. Las principales especies silvestres implicadas suelen ser las aves acuáticas y costeras. En relación con los mercados y ferias donde se venden aves vivas, es fácil que se produzca un contacto estrecho entre distintas especies aviares, otros animales y el ser humano, lo que favorece la transmisión y aumenta la posibilidad de recombinación genética entre distintos tipos de virus de la gripe. Por último, el intenso flujo de personas por todo el mundo, así como de mercancías, provocado por la globalización y el comercio internacional, ha aumentado considerablemente el riesgo de propagación de enfermedades, incluida la IA.
Aproximadamente el 75% de las enfermedades zoonóticas y el 60% de las enfermedades infecciosas emergentes en todo el mundo son de origen animal. Varias zoonosis emergentes y reemergentes afectan de forma significativa a la vida de las personas y los animales, lo que se traduce en importantes dificultades económicas y de desarrollo social. Por lo tanto, el principio de "One Health" se utiliza ampliamente para la prevención y el control de las enfermedades zoonóticas. Sin embargo, la lucha contra la gripe aviar sigue planteando problemas. En la actualidad, la bioseguridad y el sacrificio de animales son las principales estrategias de control reconocidas para la prevención de la gripe aviar, mientras que la vacunación es una medida opcional para algunos países.
Además, la salud del ecosistema es el factor clave que influye en las infecciones y brotes de gripe aviar. Alterar el equilibrio entre el ser humano y la naturaleza invadiendo las rutas migratorias de las aves silvestres puede acelerar la recombinación vírica y provocar la aparición de nuevos IAV. Desde la perspectiva de " One Health ", se reconoce la interconexión de la salud humana, animal y de los ecosistemas, lo que incluye enfoques coordinados, colaborativos, multidisciplinarios e intersectoriales para hacer frente a los riesgos potenciales en la interfaz animal-humano-medio ambiente. A la luz de lo anterior, cabe señalar que en el enfoque " One Health" se incluyen sugerencias pertinentes para la prevención y el control de la gripe aviar. En primer lugar, la vigilancia exhaustiva de las infecciones por IAV en animales y humanos es esencial para evaluar el riesgo y orientar el uso de medidas de control. La información y los factores que influyen en los brotes de gripe aviar en humanos y aves pueden recopilarse a través de diversos sistemas de vigilancia eficaces y sensibles, que sirven como herramientas útiles para analizar la aparición y el desarrollo de brotes, detectando así las infecciones a tiempo. En segundo lugar, la divulgación científica de las secuencias de virus es vital, ya que pueden ser los progenitores del próximo virus pandémico humano. Así, el pleno apoyo de la comunidad internacional y científica es esencial para una mayor comprensión de la propagación, evolución, características y patogénesis de los virus de la influenza aviar.
Comentários