Las medusas son uno de los seres más fascinantes y misteriosos del ecosistema marino. Pertenecen al filo Cnidaria, representado por organismos pluricelulares con presencia de cnidos. La imagen misteriosa que evocan se debe a que se sabe muy poco sobre estos animales. Hay varias características de las medusas que despiertan la curiosidad humana, como su forma única, su movimiento, su bioluminiscencia o su veneno. Sin embargo, su ciclo vital siempre ha sido el epicentro de las investigaciones para comprender mejor a estos animales.
Algunas especies, como Turritopsis dohrnii, se consideran "inmortales" debido a su ciclo vital único. Esta especie, también conocida como medusa Benjamin Button, es uno de los pocos animales conocidos que pueden regenerarse y la única especie de medusa con vida indefinida. Es pequeña, mide unos 4,5 milímetros de ancho y alto, y fue descrita por primera vez en 1883 en el mar Mediterráneo, cerca de Japón. Estas medusas son carnívoras y se alimentan de presas como huevos de peces, plancton y pequeños moluscos. Pero también son cazadas por depredadores como medusas más grandes, anémonas de mar, atunes, tiburones, tortugas marinas y pingüinos.
Su ciclo vital es muy similar al de otras medusas, que también alternan generaciones
(metagénesis). Tiene una fase sexual y otra asexual. El ciclo comienza con un huevo
fecundado, del que nace una larva diminuta y ciliada que se adhiere a un sustrato marino. A
continuación, se transforma en pólipo. De este pólipo brotan medusas jóvenes, machos o
hembras, tras un proceso de estrobilización. Estas medusas se convierten en medusas
adultas capaces de reproducirse sexualmente y el ciclo comienza de nuevo con un nuevo
individuo generado a partir de esta reproducción. Sin embargo, en el caso de T. dohrnii es
diferente, ya que es capaz de tomar el camino inverso del ciclo, es decir, es capaz de volver
a convertirse en pólipo incluso después de convertirse en medusa adulta, y puede hacerlo
indefinidamente. De este modo, puede reiniciar su ciclo vital siempre que sea necesario. Por
este motivo, se considera un individuo "inmortal", ya que no es capaz de morir por
envejecimiento. Sin embargo, es importante subrayar que no es realmente inmortal, ya que
puede morir a manos de depredadores y de otras formas distintas al envejecimiento.
El posible secreto de la longevidad de esta medusa es su capacidad de transdiferenciación. Esto significa que las células adultas de esta medusa, ya especializadas en una determinada función, son capaces de volver a convertirse en células madre, que a su vez pueden transformarse en cualquier otra. Esta capacidad permite a esta especie no sólo pasar del estado adulto al de pólipo, sino también que las células de su cuerpo que están
dañadas o enfermas vuelvan a estar sanas. Se cree que en situaciones de estrés o lesión,
esta especie vuelve al estado anterior del ciclo como mecanismo de defensa. Un punto de
atención en este proceso de volver a convertirse en pólipo es que cada vez que lo hace, se
pueden generar nuevos individuos genéticamente idénticos volviendo a la fase asexual.
Esto es preocupante porque están ampliamente distribuidos por todo el mundo, pero se
desconoce el nivel de población de esta especie, sólo se sabe que tienen el potencial de
aumentar su población en un corto espacio de tiempo debido a esta capacidad. El riesgo y
el impacto ecológico de este aumento de población aún no se han medido.
A pesar de este riesgo, la mayoría de los estudios se centran en intentar comprender la
inmortalidad de T. dohrnii, principalmente con vistas a aplicaciones farmacéuticas y
médicas. Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer para entender cómo se
producen realmente estas modificaciones. Hasta entonces, estos animales seguirán siendo
fascinantes y misteriosos.
Comments