El término "cultura" puede definirse como un conjunto de conocimientos que se aprenden y transmiten entre generaciones, además de los conocimientos innatos de los individuos, que denominamos "instinto" (TYLOR, 1871). Durante muchos años creímos que sólo los primates humanos eran capaces de tener una cultura propia y que los animales se guiaban únicamente por impulsos instintivos (WAAL, 2001).
Investigadores del Grupo de Investigación de Primates Neotropicales (Neoprego) han realizado un importante descubrimiento en el Parque Nacional de Ubajara, en Ceará. Se trata de un grupo de monos capuchinos de pecho amarillo (Sapajus libidinosus) que, ante un escenario de escasez en las sequías de la caatinga, utilizan herramientas -como piedras y palos- para excavar el suelo en busca de arañas, un recurso importante en la dieta deestos individuos (FALÓTICO, 201; FALÓTICO, 2024); además de utilizar piedras como herramienta para cascar castañas. Además, Rufo y colaboradores (2024) también muestran que otro grupo de S. libidinosus, en el Parque Nacional da Serra da Capivara, hadesarrollado una estrategia de procesamiento para evitar ingerir partes del tracto gastroentérico de las langostas, partes que tendrían un sabor desagradable y potencial toxicidad.
Serra da Capivara, Piauí, Brasil. Créditos: Tiago Falótico, Escuela de Artes, Ciencias y Humanidades - Universidad de São Paulo (EACH-USP).
Lo que estos comportamientos tienen en común, además de ser una fascinante demostración del potencial cognitivo de estos primates, es que se trata de habilidades y
conocimientos que son aprendidos por los jóvenes de sus mayores - caracterizando una actividad cultural, o sea, hay un claro aprendizaje entre generaciones; ya que las costumbres y conocimientos son transmitidos de uno o más individuos a sus descendientes. Estos conocimientos varían en ocurrencia entre edades y géneros, demostrando que aspectos de la organización social de estos grupos también están ligados a la ocurrencia de determinados comportamientos - como ocurre en las sociedades humanas (FALÓTICO, 2024).
En este sentido, los monos capuchinos aquí descritos tienen otra peculiaridad interesante: cuentan con yacimientos arqueológicos propios, que muestran al menos 3.000 años de práctica del uso de rocas para cascar nueces. Estas herramientas varían de tamaño según su antigüedad, lo que indica que su uso estaba adaptado al consumo de alimentos con diferentes grados de dureza (FALOTIC, 2019). Estableciendo un paralelismo con los estudios arqueológicos y antropológicos de la especie humana, el investigador Tomos Proffit afirma que estos primates estaban experimentando su propia "Edad de Piedra", lo que demuestra el fascinante espectáculo de la evolución que tiene lugar en la caatinga brasileña. Si este hito histórico evolucionará hacia un desarrollo cognitivo-tecnológico similar al de los humanos es imposible de predecir - por ahora, todo lo que podemos hacer es estudiar este increíble fenómeno y seguir de cerca los próximos pasos de estos impresionantes primates.
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