Los camaleones son reptiles del orden Squamata y del suborden Sauria, conocidos por su belleza y su impresionante capacidad para cambiar de color. Dentro de la familia Chamaeleonidae hay unas 150 especies, algunas de las cuales pueden alcanzar hasta 60 cm de longitud, y su dieta se basa en insectos y otros pequeños invertebrados. Además, se consideran bastante territoriales y tienen hábitos individuales, a excepción del periodo reproductivo.
Su capacidad para cambiar de color se debe a dos mecanismos celulares. El primer mecanismo se produce a través de los cromatóforos, células que tienen pigmentos de distintos colores y cambian según los estímulos cerebrales, reordenando su conformación y resaltando un determinado color. El segundo mecanismo, descubierto más recientemente, son los iridóforos, nanocristales que funcionan como un prisma, de modo que pueden reflejar diversas longitudes de onda de la luz, lo que les permite expresar varios colores. Este cambio de color funciona mediante un mecanismo neuroendocrino, no dependiendo de la inervación local, de modo que, tras el estímulo cerebral, la región cambia de color.
El sistema oftálmico de los camaleones es muy especializado, sus ojos están situados lateralmente a su cráneo y tienen un campo de visión espacial independiente, lo que es importante para su percepción del entorno, que influirá en una de las funciones de su capacidad para cambiar de color, que sería el camuflaje. Estos animales tienen esta capacidad como forma de autodefensa, ya que son presa fácil de pájaros, serpientes e incluso pequeños primates. Otra función del cambio de color es la comunicación, dependiendo de la situación los camaleones cambian de color cuando quieren "transmitir" algún mensaje, por ejemplo: cuando dos machos se encuentran y se disputan el territorio, muestran colores brillantes, como el amarillo, el rojo y el blanco, para ser visibles y competir por el dominio. Otra situación es cuando un macho quiere llamar la atención de una hembra, en este contexto, también se muestra con colores llamativos y la hembra, dependiendo de su estado de disponibilidad, responderá con un color más oscuro, si ya ha sido fecundada, o permanecerá con su color marrón verdoso, si está disponible. Estudios recientes también llaman la atención sobre una tercera posible función del cambio de color, que estaría implicada en un mecanismo de termorregulación, algo que ya ocurre en otros lagartos y que debe estudiarse más a fondo en los camaleones.
Dentro de la clasificación de la Lista Roja de la UICN, las distintas especies se distribuyen entre Preocupación Menor (80), Casi Amenazada (37), Vulnerable (25), En Peligro (37) y En Peligro Crítico (10), y para algunas no hay datos suficientes para su clasificación (10). Estos animales tienen una escasa capacidad de dispersión y sus principales amenazas son los cambios en sus entornos naturales, el cambio climático y la creciente expansión urbana. Así, a partir de esta información, es posible pensar en planes de conservación de la especie, como una mejor gestión y protección del medio ambiente y de la propia especie.
Comments