Los coatíes (Nasua nasua) son carnívoros de tamaño medio, miembros de la familia Procyonidae, exclusivos de América del Sur y Central. Aparecen desde el sur de Colombia hasta el norte de Uruguay, Argentina y en múltiples biomas brasileños. El nombre de la especie proviene de su comportamiento al dormir, que significa "el que duerme con la nariz en el vientre". Su cuerpo puede medir de 40,0 a 65,0 cm de longitud y su cola puede variar de 42,0 a 55,0 cm, siendo los machos más grandes que las hembras. Tiene un color anaranjado, rojizo a marrón oscuro o grisáceo, que se superpone con el amarillo. Estas variaciones en el color del pelaje se encuentran a lo largo de su área de distribución. La cola tiene anillos de color más claro que el resto del pelaje. Tienen una cabeza agrandada que termina en un hocico estrecho y largo, muy prominente, puntiagudo y de gran movilidad.
Los coatíes son animales sociables, diurnos y muy adaptables a zonas modificadas. Las hembras viven en manadas, mientras que los machos viven solos cuando son adultos. Sin embargo, los machos que son aceptados durante la época de celo (julio y agosto) permanecen fieles al grupo, por lo que las manadas, muy variables según las regiones, pueden llegar a tener hasta 30 individuos. La gestación dura unos 75 días y, al final de la misma, las hembras se separan del grupo para parir en nidos construidos en los árboles, donde pueden nacer entre uno y siete crías que, cuando tienen un mes, regresan a la manada con sus madres.
Además, el coatí utiliza su hocico alargado para buscar comida, y su dieta omnívora que es oportunista puede incluir fruta, insectos, pequeños reptiles, crustáceos, peces, anfibios y pequeños mamíferos. Además, pueden considerarse dispersores de semillas al consumir frutos y defecar semillas intactas, y también tienen interacciones de asociación y mutualismo con varias especies de aves. La especie está considerada actualmente de "baja preocupación" por la IUCN y "Vulnerable" por la lista nacional de ICMBio. Sin embargo, sigue siendo susceptible a la pérdida de hábitat forestal. El Parque de Mangabeiras, una unidad de conservación del municipio de Belo Horizonte rodeada de zonas urbanizadas y minadas, tiene una densidad de coatíes superior a la de otros lugares donde se han realizado estudios con la especie.
En esta región, los animales son alimentados por los visitantes y a menudo se les puede observar hurgando en el interior de los contenedores de basura, tanto del parque como de las viviendas de los alrededores. Esta realidad, combinada con la falta de depredadores, aumenta el número de coatíes, lo que contribuye a un escenario de conflicto entre animales y personas debido a situaciones como mordeduras, arañazos y robo de comida. Estos animales también pueden ser atropellados o contraer/propagar enfermedades entre animales domésticos y salvajes.
Desde 2007, el Proyecto Coatíes calcula que el número de coatíes se determina mediante la técnica de marcado y recaptura, lo que permite estudiar el comportamiento de los coatíes y analizar el modo en que los bandos ocupan la zona. También se evalúan los aspectos clínicos y sanitarios de los bandos, así como los impactos de la influencia antropogénica sobre la especie. De este modo, el proyecto busca alternativas para minimizar los conflictos con la especie, elaborar planes de gestión y colaborar en el marco de "Una sola salud".
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